jueves, 23 de junio de 2011

Realidades para Fulano. Votos Matrimoniales -ficticios-

Fulano, en algún momento de valentía o de estupidez visualicé mi futuro contigo. Lo transformé en una Carta que fue leída por 800 personas cuando tenía apenas 21 años. En ese momento, Fulano… era romántica e idealista. Ahora no lo soy.

Hoy estoy frente a ti, y frente a todas estas personas sin ser ni un poco romántica, ni idealista. Hoy estoy aquí segura y confiada, segura de amarte con todo lo que soy y lo que tengo, con lo que he vivido y con lo que aún sueño.

 Estoy confiada Fulano, en que tú y yo hacemos un buen equipo.

 Un equipo que tiene la fortaleza para superar las pruebas que la vida nos coloca día a día, pero con la certeza de que hay momentos para luchar juntos y otros momentos en los que cada uno tendrá que elegir su batalla, pues para algo somos un equipo.

Fulano, no vine a hablarte ni a narrarles a ellos el momento en que supe a ciencia cierta que quería compartir mi vida contigo, ni vine a decirte a ti que esto será hasta que la muerte nos separe, porque mi amor, no puedo prometerte una eternidad, porque somos tiempo y espacio, solo puedo prometer amarte, tratarte con todo el respeto del mundo y darte todo aquello que pueda hacerte un hombre feliz.

El amor que te tengo es tolerante, comprensivo y paciente. Está lleno de bondad, de cariño y de ese yo no sé que que me hace mirarte con la misma devoción que el primer día. 

Solo tengo para ofrecerte mi amor, que está dispuesto a llenarte de felicidad, de buenos momentos para soportar los malos tiempos, que sirva para darte ánimos y ‘’para ser tu sostén cuando la vida te duela’’.

Supe que me casaría contigo en ese instante en el que descubrí que siempre ‘’estás dispuesto a pedirle más a la vida’’. Imagínate, yo... que pasé media vida pensando en que el día de ''sí,acepto'' no me llegaría nunca. Las vueltas que da la vida Fulano. 

Te ví, te conocí, nos hicimos novios...y el día menos pensando me dí cuenta de eso, de que eres ese que quiero ver todas las mañanas, que es contigo con quién quiero compartir mis alegrías, mis derrotas. Y me encanta sabernos ciertos y distintos, me encanta que tengamos todo/nada en común, que tengamos tantas cosas similares y a la vez tantas diferencias. Porque contigo todos los días es verano, o de noche... porque contigo el mundo gira un poco más deprisa, o soy yo que de tanto pasarlo bien a tu lado siento que va más rápido todo.

Quiero decirte, Fulano que mi amor está dispuesto a secarte las lágrimas, a atesorarte los sueños, a guardarte las caricias en la caja del recuerdo, a llenarte el día de listas y de risas. Mi amor está aquí, diciéndote delante de la gente todo lo que en la intimidad ya te he hecho saber, porque no me avergüenzo de quererte, ni de querernos. Porque quiero ir por la calle de tu brazo y saber con tan solo mirarme la mano derecha y ver este anillo que en algún lugar estás tú, y que estamos juntos en esto.

No te prometo una ‘’familia perfecta’’, para nada. Prometo darte una familia en toda la extensión de la palabra, con nuestros enfados casuales, con una que otra rutina, con un par de discusiones tontas y con mucha realidad.

Tal vez eso es lo único que puedo prometerte. Un poco de realidad, una realidad que día a día construiremos juntos, una realidad que se ve materializada hoy en este anillo, que será el signo inequívoco de nuestra relación, de nuestra unión, de la consolidación de todo aquello que durante todo este tiempo hemos comenzado a dibujar.

Así que heme aquí. Confiada y segura. LLena de realidad.

Un clóset lleno de casualidades.

Hay gente que llega a nuestra vida por mera casualidad. 

Es verdad que nuestra vida está plagada de casualidades, al menos así leí en un libro de Milan Kundera, en alguna de las páginas de la Insoportable Levedad del Ser decía:

''Nuestra vida cotidiana es bombardeada por casualidades, más exactamente por encuentros casuales de personas y acontecimientos a los que se llama coincidencias. Coincidencia significa que dos acontecimientos inesperados ocurren al mismo tiempo, que se encuentran''.

Con este mundo cada vez más globalizado y conectado hacen falta -si acaso- dos clicks para coincidir con alguien. 

En el último mes, he coincidido con dos personas, interesantes por demás, una vía Twitter, y otra vía blogger. Del primero, no tengo porque contarles nada, que si cuento se empava... de la segunda persona... vaya, de ella tengo un post entero y unas cuántas fotos.

Empezaré entonces a narrarles como esta chica se convirtió en mi nueva casualidad, como diría TOTO.

Es bien sabido para los que me conocen , y para los que no -solo les basta leer el título del blog- que me considero guapa y que me interesa en cierto grado la moda. 

La moda entendida como la expresión de uno mismo a través de la ropa que nos ponemos, de la actitud con la que decidimos ponernos un par de Converse o unos tacones de infarto. 

La moda, pues como la exteriorización de ese ''quién soy/que me gusta/que me representa''.

Para hacerles el cuento corto, un día navegando en la web revisaba con que combinar unos pantalones azul turquesa que me había comprado, dándome cuenta apenas los compré que eran un poco difíciles de combinar con algo, pues nada, Google mediante y un par de clicks me llevaron al clóset virtual de una chica. 

Revisando por aquí y por allá vi que era venezolana, que estaba estudiando en Miami y que cree firmemente en que uno puede bloggear sobre moda sin ser frívola, que es -en sus palabras- ''cuestión de cuidar el tono, preocuparse por uno mismo, estar a gusto con quienes somos -lo que vestimos y usamos- no está peleado con el interés que tengamos hacia otros temas''.

Pues nada, pasó un tiempo y por otra casualidad descubrí que estaba en Caracas, así que decidí conocerla y entrevistarla. 

Considero importante conectarse con la gente y apoyo la bandera de ''bloggers unite''.

La agregué al pin, me cité con ella y allí estábamos las dos conversando animadamente sobre metas, proyectos, posts de blogs, sobre tendencias y estilos. Hasta hablamos de política, de como sobrevivir al cupo Cadivi y de la mala maña que tiene la venezolana de andar con el pelo planchado 24/7.

Fueron un par de horas de conversa relajada, después de un par de tés me confesó que al mudarse a Miami había encontrado ''la oportunidad perfecta para reinvertarme''.

Porque ella y yo creemos con fervor en el mantra:

''Ser quien eres. Y que NO te importe más nada''.

Así que este post va dedicado a Daniela Ramírez. Venezolana de nacimiento, Mayamera adoptada, apasionada de la cultura, fashion gurú, dueña de Nany's Klozet y activista por el derecho que todos tenemos a ser quienes somos.

Ella no quiere ser parte del montón. Yo tampoco. 

Por eso bloggeamos y nos vestimos como queremos, sin pararle mucho al que dirán.