Tal vez ya se han dado cuenta, pero la música y yo tenemos una relación especial, simbiótica, de esas donde a veces ella me carajea y aún así yo la amo con todo lo que soy/tengo.
El rock en español, llegó a mí de la manera más absurda que podía existir, tenía quince años, me sentía el ombligo del mundo y en esa época estaba empezando a convertirme en la indigente de la web que soy hoy en día.
Era marzo, lo recuerdo muy bien, en otros países la primavera asomaba su cara por las ventanas y los festivales de música al aire libre no se hacían esperar. Iba caminando distraída por la calle cuando en una tienda de Chacaíto, llamada ''Don Disco'' sonaba una melodía que me hizo entrar a la discotienda, una voz sureña y desgarrada, unos acordes torpes y sentidos;
Te vi, saliste entre la gente a saludar
Los astros se rieron otra vez, la llave de mandala se quebró
O simplemente te vi.
Me quedé absorta, como si hubiese escuchado el Evangelio según San Juan, o a algún político predicando el amor al prójimo. Me acerqué al pelilargo del mostrador y le pregunté por el disco que sonaba, salió detrás de la caja y me guió como se guía a un ciego a través de los anaqueles de la discotienda, hasta que me situó frente a frente a lo que considero -hoy día- el arca de la alianza, el lugar donde reposaban la Santísima Trinidad del Sur y los demás profetas de esa religión.
Una religión que no discrimina, que está allí para amarte cuando no hay nadie más.
Charly, Fito, El Flaco, Calamaro, Pedro Aznar, Gustavo. Los únicos hombres que no han salido de mi vida.
Me fui de la tienda con dos discos, ''Tango 4'' y ''Amor Amarillo''. En cada uno de sus tracks aprendí a amar, a olvidar, a escribir, a retroceder, a rendirme, a perderme... a vivir.
Los CD'S se volvieron canciones en el ipod, y videos de Youtube. Las letras se volvieron tweets, textos y tatuajes en mi piel.
A mis profetas no les dolía que coqueteara con otras religiones, con otros géneros, porque siempre volvía a ellos, como hija pródiga o amante avergonzada. Y siempre, tenían una canción para mí.
Con Pedro me enamoré, y aprendí que hay que ''amar y dejar partir''. Con sus discos y canciones me despeché y entendí que;
''Igual a vos, igual a mí,
el tiempo iguala todo y no deja mentir''
Luego fue el turno de Charly, quien acompañado por Pedro quiso demostrarme su amor.
No hay tiempo ni lugar,
Yo sé que entenderás
Que amor
Para quien busca una respuesta
Es un poquito más que hacerme bien.
Después abandoné a Pedro un buen tiempo y me abracé a la seducción de Gustavo.
A su ''Canción Animal'', al peso de sus misiles en mi placard.
Me llevó de la mano por ''Río Babel'', me dió versos turbios en ''La Ciudad de la Furia''.Supo verme a través de mi ''Persiana Americana''.
Gustavo me susurró ''Trátame Suavemente'', mientras me dijo si estaba o no ''Sudestada'', porque;
Hablé de vos,
De mis ansias
Del día que nació, en tu boca
Del nuevo temporal, que estalla
Calamaro, se dió cuenta que lo mío con Cerati, se estaba poniendo un poco ''Verbo Carne'', por lo que tomó las riendas, y me forzó a bajarle la intensidad a mi amor por el Gustavo... cuando le dije eso, Cerati me contestó, calmado, tranquilo, ''colocado''....
Te llevo para que me lleves.
Andrés, con ese acento sureño y tan o más colocado que Gustavo, me susurró ‘‘Nena’’;
Nena tendría que agarrarte los pelos y
Arrastrarte hasta las puertas del cielo y que
Veas que nos hay un viejo bueno esperando
Para darte consuelo
Con él, entré dos veces al ''Estadio Azteca'', y me hizo rogarle por '' 5 minutos más'' o ''7 segundos'', mientras me decía ''Flaca'', ''Aquí no podemos Hacerlo''.
Calamaro y Gustavo me habían dejado rota, echa pedazos, vuelta mierda.
Oírlos, era como subirse ebria a una montaña rusa.
Adictivos pero altamente tóxicos.
Menos mal que llegó el Flaco a rescatarme.
El Flaco, que falta que haces. No has terminado de irte y ya mi ipod te extraña.
Flaco, tú y tú ''té para tres'', tu ''Amor de Primavera''.
El Flaco, pidiendo ''Asilo en tú Corazón'' y deseando estar ''Atado a mi Frontera''.
Y no me llamo Olga, lo sé...pero como me sentí cuando escuché los acordes de ''Canción de Amor para Olga''.
Coño Flaco, tenías que haber escrito algo con Beatriz, que tú y yo sabemos que mi nombre es muy bonito, pero ninguna canción le hace justicia.
Hablemos de todo
de todo sin hablar
no me digas nada
nada que no va
Hay una esperanza de que cambie el viento
el que fue ladeando toda las acacias aquí
Y sé, que entre tanto reggaeton, tanta telebasura... siempre habrá una religión donde curarse la vida, donde cuidarse el alma, donde ahogar las penas.
Un sitio donde refugiarse entre tintos, mates y cigarros, entre porros y guitarras.
Los invito pues a unirse a mi religión, de hippies, yonquis, enfermos del amor.
@batita_gonzalez De Elefante enamórate con Beatriz http://www.youtube.com/watch?v=IETsfx7lBFI (Lindo post, siempre leyendote)
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